Mujeres del Tambor

Son 13 danzantes (aproximadamente) con ocho o más años de danza. Estas mujeres ya experimentaron y sirvieron en las líneas como sahumaduras y entran en su tercer ciclo de cuatro años más de danza (hay excepciones a esta regla). El compromiso a éste servicio en el tambor es más riguroso. Pertenecer al colectivo conlleva un gran sacrificio, responsabilidad y disciplina. A nivel físico, largas horas de prácticas, también el reto con las cuerdas vocales. A nivel mental desarrollo de memoria para aprenderse cientos de canciones. A nivel emocional las dinámicas de grupo, excelente oportunidad manejar mejor las emociones, observar el movimiento de las aguas internas, los espejos y  todo lo que estará a flor de piel. A nivel espiritual son las que sostienen el portal que conecta la Tierra con el Cósmos durante la danza. Estas mujeres se reúnen durante todo el año con el fin de alcanzar unas metas en común, encontrarse en una sola voz conectadas al toque del corazón del tambor y mantener una vibración alta y pura durante la danza. Estas mujeres con su entrega y devoción, mantienen ésta vibración por cuatro noches a diferentes intensidades para que todas podamos volar. El instrumento de rezo de estas mujeres es su voz, para cuidarla, durante los temazcales algunas entran y se sientan lo más cerca del calor para mantener sus gargantas calientes. En el grupo hay adiamientos (acuerdos, reglas y regulaciones) una estructura de liderazgo que garantiza lograr y mantener los objetivos acordados. Hay un proceso para solicitar estar en el tambor y esto debe ser previamente discutido entre la Abuela y la líder del tambor. El grupo se organiza por; la mujer directora o líder quien tiene contacto directo con la Abuela, la que susurra (wisper), la aprendiz o asistente (líder en entrenamiento) y las otras mujeres; sopranos, mesosoprano y contralto, todas de igual importancias pero con distintas responsabilidades. Todas trabajan en el libreto de los cánticos. Con la conexión con este servicio,muchas mujeres reciben inspiración de ícaros (cánticos sagrados). La medicina del tambor es la vibración, la medicina de la voz, la purificación del éter.